La
situación que vive la Argentina es demasiado triste, vacua. Teatralidad,
desprestigio, idolatría. Corrupción, hipocresía, frivolidad, ridiculez, atrofia
mental, impunidad, chabacanería, vulgaridad, crimen, desamparo. Una realidad
colapsada. Y más. Tenemos el gobierno y los políticos que nos merecemos. Un
populismo irrecuperable, una población entre consumista y apática. Y una
minoría que intenta ser -en este lodazal- democrática, honesta, consciente del
horror. Del pasado y del porvenir. Seres que viven en una isla intentando
imaginar una República.
Conocí
a Luce Fabbri en 1983. La conocí en Buenos Aires, en el local de la Federación
Libertaria Argentina cuando presentó su libro El anarquismo más allá de la
Democracia. Hija del reconocido humanista italiano, Luigi Fabbri, vivió en
Montevideo. Colaboró con revistas y diarios rioplatenses y europeos. En 1928
había finalizado el doctorado en Letras en la Universidad de Bologna. En 1929
se exilió junto a sus padres al Uruguay, su otra patria. Colaboró, entre otras,
con la revista Studi Sociali. Dictó Literatura Italiana durante cuarenta años
en Montevideo. Fue, además, una estudiosa e investigadora de las obras de
Leopardi, Alighieri, Foscolo, Maquiavelo, entre otros clásicos. Hoy la
recordamos.
“No
se trata de renunciar a ningún fin, ni de ceder espacios. Sólo creo que allí
donde rumorea subterráneamente la amenaza fascista, la lucha deber ser
conducida de frente, por ciertas cosas y contra otras, pero no en el terreno
del terremoto genérico y del “tanto peor, tanto mejor”.
“A
mí el lenguaje me interesa muchísimo, porque veo en él la raíz misma de la
libertad del hombre, diría casi, de la esencia del hombre como hombre. El ser
humano está definido por su lenguaje, que no es sólo un vehículo, sino que es
su sustancia misma”.
“Las
grandes teorías, válidas para todos los países y para todos lo momentos, son
peligrosas, arriesgan caer en el autoritarismo, si no estudian las condiciones
del momento y del lugar”.
“Mi
padre había llegado a la conclusión de que el amor es más anárquico que la
misma idea de justicia”.
“…en
el mundo contemporáneo la figura tradicional del obrero está desapareciendo
casi, y por lo tanto todo, hasta el vocabulario de la lucha social, está
perdiendo actualidad.”
Luce
Fabbri nació en Roma el 25 de julio de 1908. Era hija de Luigi Fabbri y de
Blanca Sbriccoli. Murió en Montevideo el 19 de agosto de 2000. En Uruguay fue
pionera de la enseñanza del griego y del latín, hasta entonces relegada al
ámbito religioso.
Carlos Penelas
Buenos Aires, febrero de 2015
He tenido la suerte de conocer a Luce Fabbri.
ResponderEliminar!Qué bella persona!
Su nombre la define: Luce